Habrá quien sospeche, no sin fundamento, que en algunos comercios la música es siempre la misma. No me refiero a que sea del mismo estilo. Quiero decir que es una reducida selección de canciones reproducida siempre por el mismo orden. Sensación auditiva que se puede lograr poniendo ad infinitum (ad nauseam) el mismo CD.
El DJ residente de esta tienda no solamente no se avergüenza de su criterio sino que lo publicita en el escaparate. Gloriosa esa trasera de minicadena de promoción 3x2 adosada a la luna del establecimiento con sus baflecitos coronados con sendos discos de Melendi+Malú. Qué sentido del gusto y del equilibrio.