Fotografía hecha al azar a las puertas de un edificio situado en una preferente calle burgalesa. Lo objetivamente gracioso no es que haya una peluquería que se llame Milagritos. (Ni siquiera que se comprometan a hacerlos).
Sin embargo a varios de quienes estáis al otro lado, esta aparentemente insulsa imagen os hará más gracia que muchas de las precedentes.