Durante lustros pensé que El País hacía bandera de su despreocupación (llegando al desprecio) por su propia sección de Deportes. Hace años era muy típico que cerraran la edición nacional (por lo menos la que llegaba a Burgos) sin incluir siquiera los resultados de encuentros que habían finalizado a horas más que prudenciales. También es cierto que de un tiempo para acá se nota mucho más esmero, despliegue de medios y sobre todo, más hojas. De hecho algunos artículos de Santiago Segurola, no sólo sobre el omnipresente fútbol sino sobre atletismo y natación (principalmente) en campeonatos del mundo u olimpiadas, han bordeado la excelencia periodística.
Hoy un desliz -quiero creer- de incultura futbolera me ha hecho recordar aquellos días de dejadez. ¿La cursiva que hace que resalte la palabra "católicos" pretende ser irónica? Dudo mucho tanto que el Libro de Estilo de El País transija este tipo de licencias, como que el autor (o autora) del artículo tenga claro cuál es el equipo católico de Glasgow y cuál es el protestante. Preguntar por los colores de cada cuál sería ya para nota. (Una insultante obviedad para mis asiduos Kanchelkis y Alikuekan, por otra parte).
Para quienes el fútbol, ni fu ni fa, sólo puntualizar que Nacho Novo no es Nancho Novo.