Algo tiene de hornacina este escaparate (de la tienda oficial del Burgos C.F.) en el que se ha colocado esta foto de Juanito. El hecho de que el homenajeado sea un difunto (y qué difunto) le confiere a la escena un puntito de religiosidad alternativa limítrofe con ese absurdo que es la Iglesia Maradoniana. Porque Juanito posiblemente fue un profeta de aquel credo.
"Honrar los templos donde predicó y sus mantos sagrados".
(Sexto mandamiento de la Iglesia Maradoniana)