- ¿Doctor, por qué ya no me apetece lo que antes practicaba todos los días?
- Con todas las reservas del mundo, aventuro a pensar que podría tratarse de un cuadro de blogopausia. Es pronto, en cualquier caso, para emitir un diagnóstico tan severo.
Consulto en Google la combinación de letras b*l*o*g*o*p*a*u*s*i*a y encuentro cuatro únicas entradas. Dos de ellas remiten a la bitácora del enfant terrible del López de Mendoza, escolar.net. (El término franco-anglosajón blogopause, sin embargo está más sobado).
Pero los estímulos cotidianos siguen estando ahí. El otro día me reí mucho con una acción marquetiniana fallida pero graciosa. Una empresa que se dedica a vender licencias de una conocida plataforma de soluciones informáticas enfocadas a la gestión empresarial envía ropa interior (masculina) por correo. Acompañanando las prendas con unos textos igualmente arriesgados:
1. Saque su supertraje de la bolsa
2. Póngaselo por encima del pantalón (como buen superhéroe)
3. Paséese por la empresa con los puños en las caderas
¡Un nuevo héroe acaba de nacer!
Yo no tenía que haber sido partícipe de esta campaña. Alguien que conoce mi debilidad por los hechos singulares -y mi contorno de cadera- lo rescató para mí de la papelera (real) donde terminó esta muestra de spam (postal).
- Con todas las reservas del mundo, aventuro a pensar que podría tratarse de un cuadro de blogopausia. Es pronto, en cualquier caso, para emitir un diagnóstico tan severo.
Consulto en Google la combinación de letras b*l*o*g*o*p*a*u*s*i*a y encuentro cuatro únicas entradas. Dos de ellas remiten a la bitácora del enfant terrible del López de Mendoza, escolar.net. (El término franco-anglosajón blogopause, sin embargo está más sobado).
Pero los estímulos cotidianos siguen estando ahí. El otro día me reí mucho con una acción marquetiniana fallida pero graciosa. Una empresa que se dedica a vender licencias de una conocida plataforma de soluciones informáticas enfocadas a la gestión empresarial envía ropa interior (masculina) por correo. Acompañanando las prendas con unos textos igualmente arriesgados:
1. Saque su supertraje de la bolsa
2. Póngaselo por encima del pantalón (como buen superhéroe)
3. Paséese por la empresa con los puños en las caderas
¡Un nuevo héroe acaba de nacer!
Yo no tenía que haber sido partícipe de esta campaña. Alguien que conoce mi debilidad por los hechos singulares -y mi contorno de cadera- lo rescató para mí de la papelera (real) donde terminó esta muestra de spam (postal).
