En la panadería de mi barrio por la noche dejan el cajón de la máquina registradora vacío a la vista y con un cartelito para disuadir a los cacos. De un tiempo para acá, en el banco que hace esquina hacen lo mismo con el dispensador de billetes durante todo el día para información de su distinguida clientela. (Que no llegue).
6/10/08
Disuasorio
En la panadería de mi barrio por la noche dejan el cajón de la máquina registradora vacío a la vista y con un cartelito para disuadir a los cacos. De un tiempo para acá, en el banco que hace esquina hacen lo mismo con el dispensador de billetes durante todo el día para información de su distinguida clientela. (Que no llegue).