Antes de que comenzara la Europoca, me encontré con un ilustre huésped italiano que desde hace unos años vive entre nosotros en Burgos. Y como no, entre otras cosas terminamos hablando de calcio y de fúrbol. (Lo puntualizo porque a veces no parecen el mismo deporte). De inicio no las tenía todas consigo con los suyos pero barruntaba que España estaba llamada a llegar algo más allá de lo acostumbrado. Eso sí, me avisó de que Europa no estaba preparada para la euforia tal cual la entendemos nosotros. Por lo visto, debemos de ser un pueblo con un pésimo ganar. Y sin embargo...
23/6/08
Fratellastri d'Italia
Antes de que comenzara la Europoca, me encontré con un ilustre huésped italiano que desde hace unos años vive entre nosotros en Burgos. Y como no, entre otras cosas terminamos hablando de calcio y de fúrbol. (Lo puntualizo porque a veces no parecen el mismo deporte). De inicio no las tenía todas consigo con los suyos pero barruntaba que España estaba llamada a llegar algo más allá de lo acostumbrado. Eso sí, me avisó de que Europa no estaba preparada para la euforia tal cual la entendemos nosotros. Por lo visto, debemos de ser un pueblo con un pésimo ganar. Y sin embargo...