Fumar se está poniendo imposible. No sólamente suben los precios del tabaco, sino que los mismos ceniceros se están poniendo por las nubes. Yo a éste he llegado casi de puntillas.
El gag en directo ha tenido más gracia; así en diferido pierde frescura. Por si no se aprecia en la foto de abajo, el cenicero está -en dos dimensiones- por encima de los 2 metros.
Mi solidaridad con el acosado colectivo fumador.