La saturación en los medios de Alejandro Sanz esta semana pasada con motivo de la presentación de su último disco (qué simpáticos son los artistas cuando tienen algo nuevo que vender), me ha llegado a molestar. En condiciones normales esta promoción me tendría que haber resultado neutra o indiferente. No es un producto que consuma pero la insistencia mediática ha sido aplastante.
Es curioso, cuanto más me condenan a escuchar a Alejandro Sanz, más aprecio a Marco Masini: cantante y compositor toscano, según mi parecer, inspirador del soniquete italianizante de Sanz. (Se aconseja la escucha detenida y crítica de "Ci vorrebbe il mare", para ilustrar esta teoría). En principio tampoco soy consumidor de este género de música pero admito que su "Bella stronza" (¡atención blogofago!) es otro de mis hits de ducha y afeitado.
Las manías, las adhesiones inexplicables y las subjetividades modelan nuestra personalidad.
Breves. El video al que dirige el link sobre "Ci vorrebbe il mare" es un montaje de unos particulares; se ruega respeto, lo facilito sólo a efectos probatorios. Las fotos de arriba están extraídas del vídeo de "Malinconoia". Palabra de síntesis (malinconia + noia o paranoia) que ha llegado a ser recogida en diccionarios de italiano.