En el nombre de la distribución de las películas extranjeras en este país se hacen cosas tan absurdas como ésta que planteo en la imagen.
Un doblaje (no importa que sea correcto o incluso bueno) puede perfectamente arruinar una película. Que todos los personajes hablen en el mismo idioma (y con un pulcro acento de Valladolid) podría incidir irónicamente en que la historia pierda su sentido. El guión puede obligar a que los personajes tengan problemas de comunicación entre ellos. (Lo de fingir acentos es un paso más allá en la ignominia).
Los dos primeros ejemplos que ahora me vienen a la cabeza son No man's land (En tierra de nadie) y L'auberge espagnole (Una casa de locos). Hay muchos más.