En términos probabilísticos, es más facil encontrar cualquier objeto cotidiano por los suelos que un billete de 100 euros. Un envoltorio usado de Almax sin embargo es estadísticamente menos complicado de localizar que una moneda de 20 céntimos. A los hechos me remito: cuatro sobrecitos distintos en otros tantos emplazamientos en el plazo de menos de quince días.
Entre las reacciones adversas del medicamento no se citan los espasmos en brazos, antebrazos o manos. Por lo que se deduce que si la persona delicada del estómago termina arrojando al suelo el sobre una vez consumido su contenido, es por mera falta de decencia.