El segundo nombre de Aniano bien podría ser Diógenes. Para desgracia de quienes comparten espacios conmigo, tengo el desagradable don de nunca saber cuándo es el momento justo de deshacerse de los objetos. La imagen corresponde a un ejemplar del periódico Libération del 13/08/02 que inexplicabamente aún conservaba y que seguramente hojeé en una playa de Charente-Maritime. Ayer tuve la oportunidad de ver estas viñetitas en movimiento en Van Golem (Arlanzón). El público que maneja información previa sobre este cómic monocromo (¿storyboard?) de trazo simple y preciosa rotulación disfrutará el doble de la película de animación -y por momentos de desánimo- Persepolis. Tiene su encanto.
3/11/07
Satrapi y los sátrapas
El segundo nombre de Aniano bien podría ser Diógenes. Para desgracia de quienes comparten espacios conmigo, tengo el desagradable don de nunca saber cuándo es el momento justo de deshacerse de los objetos. La imagen corresponde a un ejemplar del periódico Libération del 13/08/02 que inexplicabamente aún conservaba y que seguramente hojeé en una playa de Charente-Maritime. Ayer tuve la oportunidad de ver estas viñetitas en movimiento en Van Golem (Arlanzón). El público que maneja información previa sobre este cómic monocromo (¿storyboard?) de trazo simple y preciosa rotulación disfrutará el doble de la película de animación -y por momentos de desánimo- Persepolis. Tiene su encanto.