El circo llega a la ciudad. Con sonido de metales y gran estrépito.Esta chapa de acero y su correspondiente bastidor servían de soporte para el cartelón de un circo se acaba de instalar no demasiado lejos de donde están tomadas estas fotos. El reclamo publicitario tirado sobre el asfalto no le aportaba especial fluidez al tráfico. Más bien al contrario. Un conductor que venía paralelo a mí pegó un volantazo violento al encontrarse en su carril este objeto. Yo llegaba con tiempo de sobra al trabajo y no me pudo la paciencia. Se me podría haber visto en el fotograma 1,5 recolocando los cacharros (sin chaleco reflector). Pero no.
