Este domingo pasado mientras desayunaba, hojeaba con cierto desinterés el libro que acompañaba al CD de Héroes del Silencio que regaló El País hace un par de semanas. Como de costumbre se me fueron los ojos a los datos anecdóticos e innecesarios y me atasqué en una serie de referencias sonoras que consiguieron que sonriera. Entre otros nombres propios se citaba a Bambino, Los Inhumanos y Lucho Gatica. En el rebujito de aludidos también aparecían de soslayo Los Enemigos. También se habla del Príncipe. No se especifica qué príncipe pero podríamos comenzar descartando al de Minneapolis (a la vez que podríamos empezar a explicarnos algunas cosillas sobre el irresistible ascenso de la banda).
...Sabíamos que el Príncipe, mientras estaba en la Academia de Zaragoza, había comprado los discos, y que había hecho por vernos en algún momento cuando estudiaba en Washington. Al final la cosa se materializó en que nosotros íbamos al palacio de la Zarzuela, ...(¡Ah, era ese príncipe!)... y él nos entregaba un reconocimiento como promotores del castellano en el mundo...
Lo mejor que han hecho por mí Héroes del Silencio es procurarme esta perlita. Además de haber estado calladitos una buena temporada.
Sin ninguna relación causa efecto, si por la mañana me quedé encallado en el momento más lírico de la carrera de Bunbury, por la tarde dimos cuenta de unos membrillos para transformarlos en gelatinoso dulce. Más abajo las pruebas.