Consciente de que atravieso una etapa de gran sequía (he sido amonestado en privado por ello), he llevado a cabo el experimento de intentar extraer en menos de cinco minutos algo objetivamente gracioso de Diario de Burgos.
Este lapso genial en forma de neologismo canalla me sirve para hacer la entrada del día y para constatar una vez más que el humor en esta publicación diaria acecha en casi todas las secciones salvo en las viñetas.