Mensaje casi exclusivo para Blogófago y Caelio. En los quioscos está disponible un facsímil de una publicación de la que se hizo eco Luis Carandell en su Celtiberia Show. Forma parte de un coleccionable de material didáctico de época. Con los dos libros delante, apostillo que el manual de urbanidad que nuestro admirado periodista reprodujo no fue publicado originalmente en Zaragoza en 1966, sino en Barcelona en 1929. (Por supuesto con su correspondiente nihil obstat).
Scanneo una página (casi al azar) y me encuentro con dos cosas curiosas. El besamanos de la izquierda evoca vagamente la última entrada de Caelio (a la hora de escribir estas líneas). De la imagen de la derecha me quedo con los dos adjetivos consecutivos que van al pie: atolondrado y trapisondista.
El librito es delicioso y sin duda vale más de lo que cuesta.
Para aquellos (como yo) que disfruten de los datos tontos e innecesarios, comentar que la etimología del calificativo trapisondista remite a la ciudad turca donde juega el Trabzonsport.