En la espectral imagen (está hecha con el móvil, era de noche y el parabrisas tenía una considerable capa de mierda) se puede intuir la presencia de un perro al volante de un vehículo.
El viernes a eso de las 15:20 un tipo que no respetó un ceda el paso impactó contra el flanco derecho de mi coche provocándome un considerable fastidio. De haber podido elegir, habría preferido coincidir en aquel cruce con este chauffeur de la foto, que aparte de tener más pinta de paciente, se protege contra la adversidad con una herradura de siete clavos.
