Esta entrada va desprovista de cualquier tipo de valoración moral por parte mía. Tan sólo pongo en conocimiento de algo que me ha llamado la atención al pasar por delante del establecimiento que publicita la oferta.
Un centro lúdico infantil ofrece el servicio de guardería la noche de fin de año y la mañana del 1 de enero. Entendiéndolo en un sentido amplio, para algunas criaturas será su primer cotillón. Y si la cenita les ha sentado mal, probablemente también suponga su primera vomitona en público una noche de San Silvestre.