La Cuatro ha rescatado uno de los programas más rentables de la historia de la televisión española: Humor Amarillo. (El coste de una entrega y el de una hora de Kiss FM debe ser similar).
Compruebo de pasada que las voces que hacen los comentarios (el único valor añadido que se le adjunta a las imágenes de Takeshi's Castle) ya no son las originales de Juan Herrera y Miguel Ángel Coll. Pero también hay otra novedad. Ahora Takeshi Kitano (persona real) comparte protagonismo con el Chino Cudeiro (personaje de ficción).
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Este señor de rostro impenetrable es Takeshi Kitano en un fotograma de Brother, la única película que ha hecho fuera de Japón y seguramente la menos interesante. Aunque también es cierto que es la más fácil de ver.
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(Wakarimasu -que creo que quiere decir entiendo- era una de las palabras que gritaban los concursantes instantes antes de enlodazarse hasta el oido interno. Supongo que sería la manera legal de asumir la responsabilidad en caso de que se hicieran pupita. Admito doctas rectificaciones sobre este punto. Contra el ridículo no había protección jurídica que valiera).
