25/2/07

Columna desviada


Qué mejor lugar para llevar el paraguas cuando no llueve.

Esta manera alternativa de llevar objetos mientras se camina me ha hecho recordar una batallita que me contaron. Hace un par de años compartí trayecto de tren con un militar francés jubilado amante enfermizo del Camino de Santiago. Me comentó que en cierta ocasión vio en el páramo leonés la silueta de un peregrino con bastón. Conforme se iba aproximando le iba viniendo la certeza a mi interlocutor de que el caminante era compatriota y de una edad similar a la suya. Lo que le puso tras la pista de tal sospecha era que no utilizaba el cayado para ayudarse con él en el paso sino que lo asía a modo de fusil. Cuando le dio alcance le preguntó sin más si había participado en la guerra de Argelia. El fulano le respondió que sí. Concretamente estuvo pegando tiros en la Cabilia.

He aquí otra microanécdota caminera más. Esta seguramente sea cierta. Por hiperbólica que pueda parecer.