Los productos Auchan suelen incluir en sus etiquetas una fotografía con personas sonrientes. En este caso concreto los modelos podrían haber posado simulando algo de dolor. Lo idóneo habría sido una de esas muecas falsas que compone Lorenzo Milá en sus informativos después de haber emitido unas imágenes desagradables. Esta alegría corporativa puede ayudar a vender cualquier cosa; salvo povidona iodada.
(Nunca debería haber hecho esta foto. No debería haber compartido este pensamiento que me ha invadido mientras me curaba un rasguño).
